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Registra la Guardia Nacional 60 quejas por delitos sexuales

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Acumulan Sedena y GN 620 quejas por violencia sexual Para erradicar los casos de violencia sexual en las Fuerzas Armadas se debe terminar con la impunidad, aplicar controles estrictos, capacitar en materia de derechos humanos y aumentar las penas a quienes cometan estos ilícitos, dicen expertos.

A casi cuatro años de su creación, la Guardia Nacional acumula 60 quejas por delitos de sexuales, entre los que se encuentran abuso sexual y violación en contra de elementos de esta corporación.

En respuesta a una solicitud de información, la Guardia Nacional no detalló los totales de los delitos, pero sí informó que en 2019 hubo cuatro quejas; en 2020, 10; en 2021, 39 y hasta octubre de 2022 se registraron siete.

Por su parte, la Fiscalía General de la República (FGR) informó que abrió 13 carpetas de investigación en contra de elementos de la Guardia Nacional entre 2021 y 2022; ocho por abuso sexual y cinco por violación.

En 2021 hubo cuatro registros por violación; dos en Baja California, uno en Quintana Roo y uno en Hidalgo. Además, tres por abuso sexual; dos en la Ciudad de México y uno en Campeche.

En 2022 fueron cinco por abuso sexual, dos en la capital mexicana, dos en Jalisco y uno en el Estado de México; en ese mismo año, una carpeta por violación en la Ciudad de México.

La FGR detalló que de abril de 2019 a septiembre de 2022 el número de víctimas mayores de 18 años llegó a cinco por violación, siete por abuso sexual y una menor de edad, por abuso sexual.

Sedena

De manera paralela, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) acumula 560 quejas por violación, hostigamiento, acoso y abuso sexual en la última década contra integrantes de las fuerzas castrenses.

Expertos coinciden en que existen causas multifactoriales para el alza de casos, como el incremento de elementos de las Fuerzas Armadas, falta de protocolos y la visibilidad que han tenido algunas víctimas.

En respuesta a solicitudes de información hechas por EL UNIVERSAL, Sedena indicó que en cuatro años del sexenio de Andrés Manuel López Obrador (2019-2022) enfrentó 191 quejas por violencia sexual: 76 por hostigamiento; 42 por acoso; 44 por abuso y 29 por violación. La Fiscalía General de Justicia Militar detalló que en ese periodo abrió 98 carpetas de investigación; 48 por abuso sexual; 33 por violación y 17 por acoso.

La FGR informó que hay 28 averiguaciones previas y carpetas de investigación contra elementos de la Sedena de diciembre de 2018 al mismo mes de 2022; nueve por abuso sexual: cuatro en Ciudad de México; dos en Nuevo León; dos en Michoacán, y una en Tamaulipas. Por hostigamiento reportó nueve carpetas; dos en la Ciudad de México; dos en Coahuila y una en San Luis Potosí, Yucatán, Sinaloa, Chihuahua y Quintana Roo.

Por abuso sexual agravado, la FGR abrió tres investigaciones contra elementos de la Sedena; dos en la Ciudad de México y una en Yucatán. Además, tiene siete por violación; tres en la capital, dos en San Luis Potosí, una en Baja California y otra en Hidalgo.

Precisó que de diciembre de 2018 al mismo mes de 2021 identificó a cinco mujeres mayores de edad víctimas de violación cometida por elementos de la Sedena y cinco de abuso sexual. Mientras, de enero a septiembre de 2022 fueron cuatro víctimas de violación y cinco de abuso sexual. David Saucedo, analista en seguridad, señala que hay un alza en estas agresiones debido a falta de protocolos, impunidad, aumento del personal militar y la transparencia de los casos.

“Hay un incremento real en el número de casos. Lo que ocurría en el pasado es que había ilícitos en las Fuerzas Armadas de acoso e incluso agresión sexual en contra de personal femenino, pero las denuncias eran desechadas, las denunciantes eran amenazadas. En este sexenio se ha empezado a visibilizar el problema. Afortunadamente ha habido denunciantes que de manera abierta han dado la cara y han hecho estas denuncias”, explica.

María Elena Morera Mitre, presidenta de Causa en Común, opina que estos casos se dan por falta de controles en las dependencias y de respeto a los derechos de las mujeres: “Es por falta de controles en el interior de la Sedena y Guardia Nacional, donde los derechos de las mujeres son menos importantes que los de los hombres. Una cultura misógina”.

En relación con las estadísticas del sexenio de Enrique Peña Nieto, en otra solicitud de información, la Sedena informó que de 2013 a 2018 atendió 369 quejas por violencia sexual; 199 por hostigamiento; 75 por acoso; 66 por abuso, y 29 por violación. En el mismo periodo, la Fiscalía General de Justicia Militar informó que abrió 125 carpetas de investigación: 60 por abuso sexual; 29 por violación y 36 por acoso.

La FGR reportó 16 averiguaciones previas y carpetas de investigación contra elementos de la Sedena de 2012 a 2018. Una por violación en Baja California Sur; dos, por hostigamiento en Chihuahua y la Ciudad de México; 13 por abuso sexual: cuatro en la capital, cuatro en Tabasco, dos en Tamaulipas y una en Estado de México, Morelos y Durango.

La FGR también informó que entre las víctimas de diciembre de 2012 a 2018 por la presunta comisión de delitos de violación y abuso sexual hay un hombre mayor de edad por violación y una mujer menor de edad y 17 adultas por abuso sexual.

Los especialistas coinciden en que los casos de delitos sexuales siempre han ocurrido en las Fuerzas Armadas, incluso en otras partes del mundo.

“Las agresiones en contra del personal femenino dentro de las fuerzas armadas son una situación que se da en los ejércitos de todo el mundo; es una conducta sistemática. Ha habido analistas que han tratado de explicar por qué ocurre. En primer término hay una conducta machista de agresividad supremacista, de considerar a la mujer como un objeto; las estructuras militares tienen esta característica”, explica David Saucedo.

Los especialistas concuerdan en que para acabar con la violencia sexual en las Fuerzas Armadas se debe terminar la impunidad, establecer protocolos, sensibilizar y aumentar las penas.

“Se debe sensibilizar a hombres y mujeres, porque muchas mujeres en el Ejército piensan que así son las cosas, que si se metieron a eso se arriesgaban a que les faltaran al respeto; dar cursos de derechos humanos y tener controles estrictos, en los que se tengan consecuencias para quienes abusan de las mujeres”, explica Morera Mitre.

“Primero terminar con la impunidad, hay casos muy conocidos de denuncias de oficiales de alto rango que no se les ha dado el seguimiento y que los agresores sexuales se encuentran en libertad; lo segundo es darle garantía a las víctimas que puedan continuar con su carrera militar luego de denunciar, además de incrementar las penas al interior del Ejército”, finaliza Saucedo.

Tomada de El Universal